Este sábado 20 de octubre han contraído matrimonio Guillermo de Luxemburgo y Stèphanie de Lannoy. En general, sentimos tener que decir que ha sido una boda muy pobre en lo que a estilo y glamour se refiere. Ninguna de las invitadas ha destacado con sus estilismos, ya que iban sosas hasta para una boda corriente.
En primer lugar mencionamos a Doña Letizia:
En concreto, el diseño elegido en esta ocasión estaba formado por un vestido color ciruela y un abrigo rosa palo, de uno de sus principales diseñadores, Felipe Varela. A nosotros este atuendo nos recuerda demasiado a otros anteriores, no solo por el tono rosa palo sino también por esas "flores 3D" que también le vimos en el vestido que llevó a la boda de Victoria de Suecia. Os mostramos a la princesa de Asturias en las bodas reales anteriores para que saquéis vuestras propias conclusiones. En la de Kate Middleton (izda.), y en la de Victoria de Suecia (dcha.):
En nuestra opinión, ya que no hay bodas reales todos los sábados, consideramos que hubiera sido mejor idea optar por un vestido que se diferenciara más de los anteriores. Además de que este color, aunque ha estado muy de moda en los últimos años, precisamente por eso comienza ya estar demasiado visto. En general Doña Letizia no iba mal este sábado, de hecho, creemos que fue de las mejores, así que le damos un 7. Sin embargo, nos gustó menos que en los enlaces anteriores. En cuanto al sombrero que lució este sábado, también era parecido al que llevó en la boda de Kate Middleton, no sin razón, ya que es un diseño de la misma firma, Pablo y Mayaya.
Mary de Dinamarca, a pesar de ir también demasiado simple, no nos ha disgustado con ese vestido granate bastante favorecedor:
La única que puso algo de glamour al desfile de invitados por la alfombra roja fue Carolina de Mónaco, que eligió este Chanel en tono tierra con pedrería, que, a pesar de que creemos que no le sentaba bien, tanto por el corte como por el color, nos gustó porque fue la única que puso algo de "chispa":
En cuanto a Victoria de Suecia, opinamos que fue demasiado larga, con ese vestido y abrigo bastante por debajo de la rodilla; un largo más propio para una mujer mucho mayor que ella. El abrigo, en tono azul y con relieve en la parte de abajo, era mono, y hubiera ganado un poco si fuera algo más corto, como ya hemos dicho:
Y en el apartado de las que nos espantaron bastante tenemos a Matilde de Bélgica, que nunca nos convence con sus estilismos, tampoco lo hizo con esta especie de abrigo en tono champán tan rígido, tan aburrido y tan de señora mayor (muy en su estilo, por otro lado):
Por otra parte, Máxima de Holanda se pasó con ese tocado enorme de plumas que nos parece una horterada. Además, su vestuario fue quizás de los más ramplones que vimos en la alfombra roja, combinando una blusa color mostaza con puños abullonados y falda negra:
En definitiva, una boda bastante triste en lo que a colores y diseños se refiere.
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