viernes, 4 de mayo de 2012

Ana Aznar suspende como invitada de boda


Ana Aznar acudió junto con su marido, Alejandro Agag, a la boda de Sabina Fluxá y Alfonso Fierro March, que tuvo lugar el pasado 28 de abril en Mallorca. La hija del expresidente del gobierno escogió para esta ocasión un vestido de la marca Blumarine que, a nuestro modo de ver, no estuvo para nada a la altura.



Nos gusta el color del vestido pero el adjetivo que mejor los define es RAMPLÓN. Y más para una boda que, según dicen, fue de tan alta alcurnia. De hecho, si vemos cómo iba trajeado Alejandro Agag, nos damos perfecta cuenta de que la boda era de etiqueta, y el modelo de Ana es absolutamente corrientucho. No nos gusta, especialmente, el tejido, que se pega tanto al cuerpo que convierte el vestido en una especie de camisola de las de ir por casa.

Ojo, puede que el diseño sea carisísimo, pero qué importa, si aparenta haber sido comprado en los chinos. Por otra parte, tampoco nos dice absolutamente nada el diseño, que no tiene ningún detalle que lo haga especial. Hija, Ana, un cinturón, una flor, un volante, un encaje... ¡Algo! Iba de lo más sosa.

Lo único positivo que le sacamos a su "look" es el tocado y los zapatos, pero con un "pero": el tocado lo llevaba demasiado bajo, parecía que llevara una ensaimada colocada sobre la cabeza. 

Por otra parte, aunque se sale de lo que es nuestro ámbito, queremos señalar que Ana se pasó tres pueblos con el colorete.

En definitiva: suspenso total. Si le quitáramos el tocado y los tacones, ¿diría usted que esta era la invitada de una boda? Ahí os dejamos la pregunta, en el aire.

1 comentario:

  1. Es una chica bajita y en este caso el dinero no lo hace todo. El va muy bien

    ResponderEliminar