Lo prometido es deuda. Comenzamos hoy a hablar de las mangas, y en primer lugar abordaremos estas según su longitud. Un vestido puede no tener mangas, es decir, tener simplemente asas o tirantes, que pueden tener muy diversos anchos, desde muy estrechitas a más gruesas. Os mostramos dos ejemplos:
Con este tipo de asas los brazos quedan totalmente descubiertos, destacando así los hombros y el cuello. Por este mismo motivo, no te los recomendamos si tienes los brazos muy gruesos o musculados, así como si tienes una espalda demasiado ancha. Los tirantes favorecen más a cuerpos más bien estrechos y brazos finos.
Los tirantes combinan a la perfección con muchos tipos de escotes como cuadrado, en u, redondo o en uve, por ejemplo, así que en ese sentido podemos decir que un vestido con tirantes puede abarcar estilos muy diversos, desde más sofisticados a más simples, de más románticos a más sobrios, algo que es muy positivo porque si estás decidida a llevarlos te abre un abanico muy amplio de estilos de vestido a la hora de elegirlo.
Otra cosa que queremos destacar es que, obviamente, un vestido con tirantes es totalmente veraniego, así que si tu boda no es en pleno verano o bien no vas a llevar por encima algún bolero, descártalo porque puedes pasar frío.
En cuanto a su elegancia, creemos que, dado que las asas son tan versátiles, pueden dar lugar a vestidos preciosos y de lo más elegante. Además, es una buena opción si quieres ir veraniega y no caer en el típico palabra de honor, ya que las asas o tirantes están un poco en desuso y llevándolas podrás ir clásica (porque son una opción de toda la vida) a la vez que original.
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